Babbel Literature: la generación que ya está aquí

Desde el Enjambre Literario llegamos al portal Babbel Literature por la recomendación de una colega que nos insistía en que el proyecto en sí mismo podía interesarnos porque se trataba de la creación de redes de difusión de la literatura iberoamericana. Así que nos pusimos a investigar un poco. Babbel Literature es un portal de internet que se dedica a traducir obras escritas en español al idioma inglés con el objetivo de difundir a todo el mundo anglosajón textos literarios que rompan las fronteras, no sólo del idioma, sino del espacio geográfico.

Nos pareció una tarea titánica, así que contactamos a Elise Kratzer, una joven estudiante estadounidense que con menos de 20 años, se dio a la tarea de hacer lo que en mesas de café muchas otras personas interesadas y dedicadas a la literatura han conversado pero no han llevado a cabo. ¿Cuál era la motivación que tenía Elise para emprender algo que parece complicado y difícil de coordinar? Kratzer nos responde, con esa jovialidad e impetú que caracterizan al proyecto.

¿Cómo surgió tu interés por la literatura en español, quiénes fueron tus primeros referentes y cómo llegaste a ellos?

He estudiado español por cinco años completos y desde el principio fue mi clase favorita. Desde hace dos años leía cuentos, novelas, poemas y obras de teatro en español que mis padres, amigos y compañeros de clase no podían leer porque no estaban traducidos al inglés; pero incluso, para mí, las traducciones tampoco se podían comparar con sus versiones originales, y aunque sabía que no estaba lista para traducir, ¡necesitaba hacer algo! Quería compartir literatura en español. De ahí surgió Babbel.

¿Cómo nació el proyecto, cuál fue la planeación y cómo se ha ido desarrollando?

Durante mi último año de Literatura Española en la escuela secundaria, -en Estados Unidos-, construí una red informal de autores y profesores en español y entre todos empezamos a hacer traducciones de manera informal y después nos dimos cuenta de que necesitábamos un lugar para almacenar nuestro trabajo y entendí que internet tenía un gran potencial para ello. Entonces cree Babbel Literature.com, con el objetivo de que escritores y lectores hablantes de inglés y español tradujeran obras para un público anglosajón.

Después, en mi viaje a España durante el verano pasado, con la ayuda de muchos estudiantes universitarios, autores y profesores españoles, hice crecer el proyecto junto con grupos de autores que han ganado premios en sus países y con autores que desean dar a conocer su trabajo. Poco a poco se han generado las redes, incluso con latinoamérica; lo que ha permitido que Babbel se enriquezca. Actualmente hemos traducido 75 obras literarias y la plataforma tiene visitas de por lo menos 39 países. ¡Estoy muy sorprendida con la forma en la que ha crecido el proyecto! Hasta ahora, mi profesor de Literatura Española y la comunidad que se ha creado son un gran soporte.

¿Babbel es un equipo liderado por ti o eres tú sola haciendo todo el trabajo?

Babbel es un equipo liderado por mí. Es un sitio web de crowdsourcing wiki. Es un esfuerzo comunitario de todas las personas que quieren traducir obras.

En el caso de que se hayan acercado a ti colaboradores para traducir, ¿cómo ha sido, de dónde son, por qué han decidido donar su trabajo de traducción?

Ha sido un poco mi esfuerzo por buscar crear redes y otro poco que dicha red ha crecido muy rápido. Los autores que hemos publicado son de España, Argentina, México, Perú y otros países latinoamericanos. Decidí donar mi tiempo a Babbel Literature porque la literatura y la cultura españolas son mi pasión. Planeo dedicar mi vida a la expansión de la lengua, la literatura y la cultura españolas. Creo que el español captura y describe las ideas con mayor elocuencia y precisión que el inglés, especialmente en temas universales como la desigualdad de género, la inmigración y el amor.

¿Cuál es tu percepción sobre la industria editorial y el acceso a autores iberoamericanos desde Estados Unidos, es fácil llegar a ellos?

Creo que es difícil para los autores ibéricos y latinoamericanos en ascenso obtener seguidores en los Estados Unidos. Por ello en Babbel estamos trabajando en traducir sus obras, para que los puedan leer no sólo en Estados Unidos, sino cualquier persona que lea en inglés.

¿Consideras que por alguna razón tu proyecto sea un caso de resistencia a las nuevas políticas migratorias en USA?

Creo que mi proyecto está enfatizando la importancia de escuchar ideas de personas de diferentes orígenes. La literatura es una forma asombrosa de aprender y apreciar a cada individuo, cultura y país. La literatura es un medio único para obtener una visión de la humanidad.

¿Cuáles son los planes a futuro de Babbel y qué podemos esperar para 2019?

Actualmente, tenemos 75 obras literarias traducidas y visitantes de 39 países. En 2019, se espera que Babbel Literature crezca mucho porque ya hay muchas más obras literarias trabajándose: un drama de cien páginas de la guerra civil española, obras de un estudiante de doctorado en una universidad de los Estados Unidos, y mucho más. Nuestro objetivo es ampliar nuestro alcance haciendo que las personas conozcan la literatura de Babbel. Estamos contactando a autores populares y organizaciones literarias para respaldar nuestro proyecto y hacer correr la voz.

¿Por qué compartir literatura y por qué desde una comunidad y no como un modelo de negocio?

La literatura es parte de nuestra cultura universal, por lo tanto, debe de seguir siendo de la comunidad. Así es como se forman las ideas, mediante la colaboración literaria.

¿Cuál es tu postura respecto al copyright y a Creative Commons?

Creo que el copyright es necesario para proteger las obras de los autores y sus derechos. Pero también creo que compartir el trabajo de escritores, es una manera de compartir conocimiento, ya sea literatura, matemáticas o cualquier otro campo de estudio. Internet es una oportunidad fabulosa para difundir todo esto.

Y sobre el tema de género, ¿quiénes se te acercan más para que traduzcas su trabajo, hombres o mujeres?

En lo que respecta al tema del género, la comunidad de literatura de Babbel está llena de amantes de la literatura de todos los géneros. Elijo las piezas para publicar en Babbel Literatura según el contenido, no el género del autor. Descubrí que a menudo me siento igualmente conectado a una pieza escrita por un hombre como a una obra de una mujer.

Wendy Treviño: «Personalmente, odiaría que mi sueldo dependiera de mi trabajo creativo.»

1. ¿Cuál es tu postura respecto al copyright como escritora y por qué decidiste compartir tu trabajo para que se pudiera leer/descargar en línea?

Considero que mi escritura se entiende mejor cuando existe una conversación o hay una relación con el trabajo de otros escritores y escritoras, por lo tanto, no puedo y no me gustaría “poseer” los derechos de ninguna conversación. Por esa razón, a mí me importa más el hecho de mantener dicha conversación que el tema de la “propiedad”. Para mí es extremadamente importante que mi trabajo literario atraiga y encuentre audiencia y el hecho de que lo que yo escribo se encuentre en línea y esté disponible de manera gratuita, aumenta la posibilidad de generar más conversaciones.

2. ¿Y sobre el Creative Commons, ves deficiencias y dificultades para que se utilice esta modalidad en la difusión de la literatura?

No creo que haya deficiencias respecto a la modalidad Creative Commons, lo que sucede es que para las editoriales dominantes la lógica de pensamiento es la obtención de “resultados” y siempre que sea necesario obtener un beneficio, hay pocos incentivos para que deseen abandonar la forma en que actualmente hacen negocios. Ésta es una de las razones por las cuales las editoriales independientes son tan importantes, porque son más libres de promocionar a escritores nuevos o que al mercado no le interesan.

3. ¿Cuál sería tu apuesta respecto a la difusión del trabajo literario (escribir) pensando en que como trabajo profesional está precarizado pero entendiendo, -de entenderse así- que la producción de conocimiento y artística no debe de responder a la lógica del mercado?

Creo que a la gran mayoría de la gente le gustaría hacer lo que sea que aman a tiempo completo y poder pagar sus cuentas. Lo entiendo, pero para ser sincera, no creo que a mí me guste, no mientras vivamos en el sistema capitalista. Personalmente, odiaría que mi sueldo dependiera de mi trabajo creativo. Creo que eso haría que mi trabajo fuera mucho menos creativo y mi proceso de escritura mucho menos satisfactorio. Estaría produciendo un trabajo literario por el bien de producir y es difícil sentirse inspirada por eso.

Aunque también creo que no es posible escribir o crear arte sin que se vea afectado por la lógica del mercado.

4. ¿Qué necesitamos? ¿Necesitamos leyes que regulen los derechos laborales de escritoras y escritores, necesitamos un cambio de paradigma respecto a cómo se concibe la literatura y su difusión?

Necesitamos tener una relación completamente diferente con lo que producimos. El capitalismo tiene que terminar. No hay forma de evitarlo.

5. ¿Cuál sería tu postura como escritora/editora respecto a la forma en que actualmente se vive (corporal e intelectualmente) la literatura escrita de manera independiente?

Al menos en lo que respecta a la poesía, si tú quieres ver a dónde va el arte, tienes que buscarlo en el trabajo que realizan los editores independientes, es ahí donde tienes que prestar atención, porque mientras los editores de editoriales monopólicas “van a lo seguro” e invierten mucho en un pequeño número de escritores establecidos, los editores independientes se centran en la creatividad y en la originalidad y no sólo en las ventas; por lo tanto, siempre buscan escritores y escritoras con talento, sean conocidos o no. Mi experiencia personal es que estos libros son los que más inspiran a la gente a escribir, en parte porque tienden a involucrar directamente a los lectores a través de la participación en las lecturas de poesía o presentaciones de libros.

Considero que sin escritores y escritoras editados por las independientes, habría muchas menos conferencias, festivales y lecturas. “La vida de escritor/a” implicaría escribir pero no tendría mucha vida.


Wendy Treviño nació y creció en el Valle del Río Grande al sur de Texas. Vive en San Francisco donde comparte un departamento con su novio, amigo & dos gatos adultos. Ha publicado chapbooks con Perfect Lovers Press, Commune Editions y Krupskaya Books. Su chapbook «#YourHarveyWeinstein» fue publicado por Spoilsport Editions (una editorial en línea que inició con la escritora Oki Sogumi) en 2017. Su primer libro de poesía de formato largo, Cruel Fiction, ha sido publicado por Commune Editions en otoño del 2018. Además, su libro Brazilian no es una raza (2018) ha sido traducido por David Rojas Azules y publicado por #EnjambreLiterario.

Zazil Collins y el problema de la ilegalidad estatal en la literatura mexicana

¿Cuál es tu postura respecto al copyright como escritora y por qué decidiste compartir tu trabajo para que se pudiera leer/descargar en línea?

Prefiero que estén al alcance de cualquiera, en cualquier momento, que arrumbados en una bodega; opté también por digitalizar mis libros y venderlos en línea, a sabiendas del escaso porcentaje de ventas, porque en México el derecho de autor no es respetado tampoco; a diferencia de otras legislaciones a nivel global, en México las regalías por uso o venta de una propiedad intelectual no son pagadas. Hay gremios que han peleado por ello, claro, como los compositores, pero las editoriales y los autores literarios hemos, de cierta forma, «cedido» la pugna porque legislativamente estamos desprotegidos por el Estado, intelectual y socialmente.

«Los mejores versos se pierden al aire» es una línea de mi poema Sipofene (La tinta del silencio, 2016), en la que concluyo que, para mí, la creación (mi trabajo literario) responde al Instante. Lucho con el cometido de aprehenderlo, de tomar esos momentos en el tiempo justo, pero encontrar el hallazgo no siempre se logra, pese a la voluntad; partiendo de ahí, soy consciente de que el desprendimiento es parte inherente de los procesos creativos, por ende considero que la creación es un acto de entrega, y en un sentido todavía más profundo, un acto de colectivización, de ahí que decidiera subir a la red todos mis libros de poesía. Esto responde también a la escasa difusión que la literatura, y más los libros de poesía, convocan.

Y sobre el concepto de Creative Commons, ¿le ves deficiencias y dificultades para que se utilice esta modalidad en la difusión de la literatura?

Siempre y cuando los usuarios den crédito a los autores, es eficaz para nuestros trabajos. Me gustaría que existiera ese marco legal para que el trabajo de los autores sea reconocido de forma retributiva también, pero como ya he mencionado, en México, la propia institución encargada de la recaudación de impuestos, es incapaz de asegurar que los impuestos de los que como autores estamos por ley eximidos nos sean respetados. Uno de mis libros es una publicación de Conaculta y el Instituto Sudcaliforniano de Cultura, por principio, ese libro debería ser de acceso público, de forma obligatoria; pero como dichas instituciones no preservan o incentivan esto, al caducar los años de sus derechos sobre la obra, tras ser un libro premiado, lo subí a la red para su lectura libre. Faltaba más.

¿Cuál sería tu apuesta respecto a la difusión del trabajo literario (escribir) pensando en que como trabajo profesional está precarizado pero entendiendo, de entenderse así, que la producción de conocimiento y artística no debe de responder a la lógica del mercado?

Mi apuesta es luchar porque el trabajo escritural sea respetado como un trabajo legal; no sólo es un trabajo precarizado, es un trabajo violentado. Legalmente, en México, los autores, por poner un ejemplo, no debemos pagar el impuesto del I.V.A., sin embargo, ninguna empresa, incluyendo empresas editoriales y las propias instituciones gubernamentales, lo respeta; fuera de esto, autores y artistas, en general, no contamos con ningún tipo de seguridad social por nuestro trabajo, incluso si es público (editado, premiado por una institutición cultural gubernamental). Aquí hay un problema no sólo teórico sino de ilegalidad estatal, fuera de los términos de la lógica del mercado que mencionas. Y no hablo, hasta ahora, de ningún subsidio, sino de obligaciones que un trabajo debe cubrir por parte de un empleador, exhibiendo las condiciones de un contrato frente al Estado. Ahora, si hablamos de lógica de mercado, entendiendo por ello, empresas privadas, además de los financiamientos públicos no estatales, mi apuesta va también a la inclusión de espacios no tradicionales para la difusión literaria: radio, televisión, música, teatros, parques, espacios públicos en general.

¿Qué necesitamos? ¿Necesitamos leyes que regulen los derechos laborales de escritoras y escritores, necesitamos un cambio de paradigma respecto a cómo se concibe la literatura y su difusión?

La ley, en general, lo regula, pero no es respetada. Necesitamos instituciones y funcionarios que formulen leyes que penalicen a quienes no respetan la ley. Necesitamos también que la sociedad comprenda la función de un creador y respete su trabajo; mientras una sociedad no genere un marco conceptual donde los creadores -sus obras- sean un eje cultural, social y económico, además de un plus moral, como a muchos les gusta creer, nuestro trabajo seguirá siendo igual de precario. Yo preguntaría por qué, en mi caso, una escritora/escritor no es valorizado como un actor que narra su cotidianidad: sus inquietudes, sus miedos, sus dudas, sus anhelos. Esto responde también al desapego que le tenemos a nuestras historias emocionales y afectos. La ideología del éxito que tenemos introyectada ha bloqueado esa conexión-reconocimiento con nuestra emotividad.

La literatura no responde a una lógica; mucho menos la poesía. La poesía cuestiona todo el tiempo, esa es su función: incidir en aquello que no es comprensible, y está frente a nosotros. Los poetas hemos aceptado que nuestra vida es tratar de aprehender ese instante, tratar de compartir quiénes somos, con todas las contradiciones que representamos. Para mí, es la forma más pura del amor, porque sabemos que la felicidad es una lucha -o muchas luchas-, pero queremos que todos resistan con nosotros, y creen en la belleza que una colectividad -un bien común- puede construir. Quisiera transmitirlo en cada palabra que medito al escribir un poema.

¿Cuál sería tu postura como escritora/editora respecto a la forma en que actualmente se vive (corporal e intelectualmente) la literatura escrita de manera independiente?

Mi postura es, más que nunca, que la libertad de expresión, el disenso y el cuestionamiento deben ser ejes. Cuando ética y libertad son -o intentan ser- manipuladas nuestro trabajo es corrompido. Cuando comenzamos a autocensurarnos, por cualquier tipo de miedo, contribuimos a la homogenización que todo sistema capitalista e ideológico busca imponer. Como poeta y editora, busco proyectar la voz que me ha sido silenciada históricamente sólo por el hecho de ser mujer, y las voces de quienes no tienen históricamente un espacio, al menos en la sociedad donde radico.


Zazil Alaíde Collins (México, 1984) Es autora de los libros de poesía Junkie de nada (Lenguaraz, 2009), No todas las islas (Conaculta-Instituto Sudcaliforniano de Cultura, 2012), Premio Estatal de Poesía Ciudad de La Paz (Baja California Sur), El corazón, tan cerca de la boca (Abismos-Mantarraya, 2014) y Sipofene (La tinta del silencio, 2016); premio Poesía en Voz Alta 2017 (Literatura UNAM). Parte de su obra ha sido traducida al inglés y al árabe, y seleccionada para Descarga Cultura UNAM, los paréntesis poéticos de Central Once (Once TV-IPN), así como la Antología general de la poesía mexicana: De la segunda mitad del siglo XX a nuestros días (Océano, 2014). Actualmente, es radio DJ y coedita el proyecto bilingüe Músicos en la Ciudad de México, junto al músico Todd Clouser. The Ofi Press publicará próximamente Pink: Dance Poems, su más reciente libro.
Web: http://zazilcollins.com


©Kenneyrha Fotografía

¿Mi correo a Sylvia quiere decir que no ganó?

Desde que leí el manuscrito de El libro de Aisha, tuve la seguridad de que iba a estar en la selección final de la convocatoria del #Enjambre Literario 2016. Sin embargo, aunque estuve estrechamente relacionada a la decisión final del jurado, fueron ellos los que decidieron que el libro merecía la pena ser parte de nuestro catálogo.

De hecho, recuerdo un intercambio de correos entre Fernanda Melchor y yo, en el que ella me decía lo interesada que estaba con esta historia, fue una frase como: !Qué bárbaro El libro de Aisha! En ese momento, ninguna de las dos tenía conocimiento de quién era exactamente la mujer que había escrito esta historia. Pero lo que sí sabíamos, era que ese texto merecía ser leído por mucha gente.

Un día antes de que el jurado recomendó encarecidamente que se le diera una mención honorífica, fui a la carpeta de archivos y revisé quién era la autora, para preguntarle si estaría de acuerdo en la posibilidad de que el Enjambre Literario, publicara su historia en ebook. La respuesta de Sylvia, a quien apenas conocía porque nos seguíamos por Twitter (y que me enteré hasta que tuve que identificarla para escribirle) fue una pregunta: ¿Entonces, eso significa que no gané? Me fui a dormir con ese cuestionamiento y quise mantenerlo muy presente al otro día en que se llevaría a cabo un hangout con Fernanda Melchor y Yuri Herrera (A Catalina le fue difícil conectarse por su agenda) para determinar definitivamente su decisión como jurado. ¿Mi correo a Sylvia quiere decir que no ganó? Me quedé pensando.

Me preocupé porque desde que lanzamos la convocatoria, fui muy cuidadosa de que no pareciera un concurso, no lo era, porque no había un premio como tal, sino un llamado a publicar con nosotras, a ser parte de nosotras. Siempre hablamos de selección/elección, pero nunca de concurso, porque decir que no ganó una historia, significaba que podría pensarse que hay libros que son mejores que otros, y la palabra mejor me hacía mucho ruido. ¿Cómo determinas que una historia es mejor o peor que otra, por qué una sí y otra no? ¿Por qué se escogió El libro de Aisha de entre los otros 117 textos no seleccionados?

Ahora, a casi año y medio de aquel correo, con la presentación del libro de mano de su autora, -se presentó en Monterrey el 17 de mayo, y el 25 de mayo de 2018, se presentará en la Ciudad de México, en el espacio de Casa Tomada -, puedo responder con mayor soltura a aquella pregunta: No, Sylvia, no ganaste tú, ganamos nosotras y con el libro en tus manos y en las nuestras, así como en la de tus lectoras y lectores, ganó el Enjambre y la idea, la puesta en marcha, de que puede suceder que nunca hayamos estado físicamente en el mismo lugar, y nunca hayamos cruzado una mirada, y sin embargo, podemos crear redes a través de la literatura.

Ganamos nosotras, porque ahora mismo es parte de nuestro proyecto un libro impreso que desde la primera página nos atrapa:

Perdí a mi hermana cuando yo tenía doce años, pasé largo tiempo extrañándola y, después, preguntándome quién era. La suya es una historia que bien pudo haber ocurrido en cualquier ciudad en cualquier otro tiempo. He tenido que escribir de ella para entenderlo. Inicié escribiendo su historia, pero supongo que terminé escribiendo la mía. Yo soy, como dice Cristina Peri-Rossi, la que vivió para contarlo.

Y nos sentimos contentas de su contenido literario, en donde podemos dar cuenta de la maestría con la que Sylvia es capaz de hacer un relato semi biográfico y a la vez, dejar a la personaje, ser ella misma dentro del mundo ficticio que la autora creó. Que vale recalcar, no es poca cosa, si lo pensamos desde el oficio de las letras.

En El libro de Aisha, encontramos un híbrido de géneros literarios, pero también podemos sumergirnos en el doloroso proceso, -se nota, es algo que se nota- de la autora para escribir este libro. Y es precisamente esto lo que hace que haya sido ese manuscrito, y no los otros 117, el que haya logrado que yo, como editora, al día de hoy, me sienta satisfecha de haber iniciado este camino del #EnjambreLiterario, en el que una voz es igual de importante que otras voces y en el que se reivindica que el lectorado merece leer libros que emocionen y que además, confronten a quienes leemos con ojo de escritoras, es decir, un pack de 2×1:

1. Una bella historia, íntima y congruente con la necesidad de hablar de violencia en nuestros tiempos, pero también tierna y dulce que devuelve la esperanza, también tan crucial ahora mismo.

2. Y a su vez, como bonus, una relación personal, entre Sylvia y yo, -y todas las involucradas en el proceso de edición, producción, logística, difusión, etc.- que ha fructificado en largos correos desvelados y con tazas de café de olla ficticias, en el que no sólo hablamos de su libro, sino de nosotras, de nuestros planes, del futuro, de la segunda convocatoria en el que CasaOctavia se ha hecho presente, de procesos pasados, de nuestra vida, de nuestras convergencias, del propósito de seguir, en el camino de vivir plácidamente el acto de escribir y difundir literatura.

En este libro, de Aisha, -su Aisha- se habla de la ausencia de una hermana, pero también se habla de la presencia de una mujer que pasó años trabajando esta historia en compañía de muchas otras personas, -podemos leerlo en los agradecimientos- y que precisamente por esto, creemos, que representa el ideario del #EnjambreLiterario (crear en/desde las redes de mujeres).

Querida Sylvia, mi correo quiso decir que con el tiempo, ambas sabríamos que no ganaste tú, sino que ganamos todas con tu libro, y tu decisión de creer en el proyecto, y te agradezco públicamente que así haya sido.

Enhorabuena por tremendo libro, y felicidades a cada lectura que se haga del mismo. Tienen ante ustedes, a una escritora que sabe escribir libros y nos ha deleitado con una historia difícil de clasificar y eso es lo que la hace única.

Brenda Navarro