Estoy aquí y alzaré mi voz: Reyna Grande

En la página oficial de Reyna Grande, podemos ver su prolífica carrera literaria:

“Ha recibido varios premios, entre ellos el premio ‘American Book Award’, el Premio Aztlán, y el ‘Latino Book Award’. En 2012, fue finalista de los prestigiosos Premios Nacionales Book Critics Circle y en 2015 fue otorgada el Premio Luis Leal. Sus obras han sido publicadas en los Estados Unidos y a nivel internacional en países como Noruega, Corea del Sur, Mexico y Argentina.”

Sin embargo, su trabajo no es tan conocido en México, por ello desde el #EnjambreLiterario nos acercamos a ella para que fueran sus palabras y ninguna interpretación, la que nos describiera su proceso de creación literaria, su perspectiva sobre ser mexicanoamericana, la actual situación de Trump, e incluso su postura sobre el precio de los libros.

Tu obra está marcada por la migración y con el contexto que actualmente se vive en USA, parece imposible que hoy tu historia pudiera realizarse ¿cómo lo vives tú, cuál es tu percepción al respecto?

¿Te refieres a los éxitos que he tenido a pesar de todos los obstáculos? Es cierto que hoy en día las cosas están peores que cuando yo llegué a los EEUU. En los años ochenta hubo más oportunidad para legalizar nuestro estatus migratorio, especialmente gracias a la amnistía de Ronald Reagan. Ahora, los migrantes ya no tienen oportunidades, y con Trump, es casi imposible ya que él cada día cierra más y más puertas. Pero yo creo que aún existen oportunidades para superarse. Y pienso que los inmigrantes tenemos que seguir luchando por nuestros sueños a pesar de todo.

En tus libros veo diversos temas que no puedo dejar de relacionar con el papel tan importante que tienen las mujeres, en este caso las abuelas, las tías, «las otras madres» para sostener/cuidar a las y los hijos de quienes migran, pero cuando se habla de literatura relacionada con la migración, casi todo se cuenta desde otros lugares, como el narcotráfico, ¿a qué crees que se deba esto? ¿Eras consciente de que tú hablabas de esos otros espacios en donde las protagonistas eran las mujeres?

Desafortunadamente, temas como el narcotráfico es lo que se vende. Mira las películas de Hollywood. Si hay personajes latinos en las películas, son narcos o cualquier otro estereotipo.

Yo escribo sobre mis experiencias y las personas que me rodean. Escribo mucho sobre mi padre, pero tienes razón, casi todos mis personajes son mujeres. Mujeres malas que pusieron obstáculos frente mí, o mujeres buenas que me ayudaron alcanzar mis metas.

Desde las historias que nos relatas, parece que uno de los impedimentos para tener una vida mejor es «enamorarse» «tener responsabilidades de una familia» ¿cómo ves esto, a qué crees que se deba?

Enamorarse no es un impedimento —el problema es cuando cambian las prioridades—. Es importante no abandonar las metas para el futuro, sólo porque andas echando la baba por alguien. El matrimonio, los hijos, la familia, son cosas importantes, pero creo que debes tener cuidado de no dejar de perseguir la educación y la superación—y de no echarte la responsabilidad de ser esposa o madre tan joven—. Hay tiempo para todo. Todo a su tiempo.

Hay una escena muy fuerte, que pasa en La distancia entre nosotros pero en la que no ahondas mucho y es cuando el tío pide a Reyna un beso por una moneda y Reyna duda. En México hay datos de que son los familiares o personas cercanas quienes violentan a las niñas y cometen abusos sexuales, y en tu narración es muy duro, porque es algo que se menciona, pero que dejas ahí como una semilla que germina en nuestra mente, ¿cómo fue para ti escribir sobre esta anécdota?

Cuando pienso en mi tío, me da un mal sabor en la boca. Son malos recuerdos. Me da asco. Estoy agradecida que no pasó a mayores y que besos fue lo más que me robó. En los EEUU estamos viendo un movimiento contra esas personas que cometen abusos sexuales. Hay más apoyo hacia las víctimas.

Ojalá y logremos hacer cambios radicales en la sociedad donde los hombres dejen de acosar a las mujeres y abusar de ellas. Y que los que lo hacen paguen muy caro por sus errores.

En el prólogo de La distancia entre nosotros pones una frase demoledora: «Ninguna de mis abuelas nos dijo que había algo más poderoso que la Llorona -un poder que se lleva a los padres, no a los hijos. Se llama Estados Unidos.”¿ Cómo lo piensas ahora, de qué manera traducirías esto en tiempos de Trump?

Pues cuando era niña, yo veía a los EEUU como un poder que se roba a los padres. Es un país donde la gente va a tratar de encontrar una vida mejor. A pesar de Trump, el país continúa siendo un lugar que sigue atrayendo gente porque la realidad es que hay mucha pobreza y falta de oportunidades es otros países, como mi México. Creo que mientras siga habiendo desigualdad, pobreza, opresión, corrupción, y violencia; la gente va a seguir migrando. Padres van a seguir dejando a sus hijos para ir a encontrar algo mejor para ellos.

En tu texto hay una desmitificación de las madres mexicanas como aquellas madres que dan la vida por sus hijos, las muestras más humanas, con errores, con toda su humanidad de frente, e incluso tú dices que en tu vida adulta lo entiendes, ¿hubiera sido mejor para ti quedarte en México con una familia unida o agradeces todo lo que pasaste? ¿Cuál sería el aprendizaje?

Una cosa que me quedó muy claro cuando escribí La distancia entre nosotros es que lo que me pasó—aunque feo y doloroso—me llevó hasta aquí, en este momento en donde estoy en mi vida. Soy una mujer con una carrera maravillosa. Tengo títulos universitarios. Tengo una familia, un hogar. La verdad no tengo nada de qué quejarme. No tuviera la vida que ahora tengo si no hubieran pasado las cosas como pasaron.
Al terminar el libro, dejé de avergonzarme y de arrepentirme de mi pasado. Al final de cuentas, yo sé que hice lo mejor que pude para sobrevivir y sobresalir.

Desafortunadamente mi madre tomó unas decisiones que afectaron nuestra relación para siempre. Yo no tuve la mamá ideal, la mamá que sacrifica todo por sus hijos. Y no quisiera tener esa madre. Nunca pedí que mi madre sacrificara nada por mí, solo que me diera su amor y su apoyo, Pero eso me lo negó. Yo ahora soy madre también, y yo no sacrifico mis sueños ni mi carrera por mis hijos. Pero ellos saben que los amo y que los apoyaré siempre.

En otro de tus libros, cuentas la parte en la que te vuelves una escritora, tu independencia, tu asimilación como una mujer migrante, de pertenecer a dos lugares (la anécdota sobre cómo tu primer libro escolar no fue elegido porque no hablabas inglés, es muy ilustrativa y cómo te decían que escribías sobre puros clichés en la universidad). Ahora, a la distancia, ¿cómo miras ésto? ¿Pasa lo mismo ahora con escritores latinos o sientes que de verdad hay más apertura a escuchar otras historias?

Creo que las cosas han mejorado para los escritores latinos, pero todavía falta mucho por cambiar y mejorar. Todavía seguimos luchando contra la discriminación en el mundo literario. Ahorita—gracias a Trump—se ha visto más interés por nuestras historias. La gente que está contra Trump, esa es la gente que exige más diversidad y más voces multiculturales en todo, incluso en la literatura.

Las experiencias que pasé de niña y esos rechazos y críticas que mencionas me enseñaron a luchar por mi escritura, a no dejar que nada ni nadie me quite mi voz y me haga callar. Estoy aquí y alzaré mi voz.

¿Cómo han recibido tus libros en USA, quién es tu público, quién te lee?

Mi carrera de escritora va muy bien. Mis libros, especialmente La distancia entre nosotros, se ha vendido bastante bien, especialmente en las escuelas y universidades. Ya el libro se ha hecho parte del currículo de muchos salones. Me leen estudiantes por todo el país, maestros, clubs de lectura. Aquí muchas ciudades tienen un programa en donde escogen a un libro en común para que toda la comunidad lo lea, y me ha tocado ser la escritora que eligen para esos programas. También en las universidades escogen un libro en común para que todos los estudiantes (o los de primer año) lean el libro, y por fortuna, muy seguido escogen el mío.

¿Has intentado o tenido oportunidad de tener contacto con el público mexicano, cómo te han recibido, cómo pueden saber en México y otras partes del mundo sobre tu obra y cómo pueden adquirirla?

Tuve la gran fortuna de finalmente encontrar una editorial en Mexico que se interesó por mi trabajo. La editorial Vergara y Riba publicó la versión juvenil de La distancia entre nosotros el año pasado. Fue la primera vez que el público mexicano tuvo acceso a mi trabajo. En noviembre 2017, fui a la feria de Oaxaca a presentar mi obra y me recibieron muy bien.

Lo que me dio tristeza es que en México comprar un libro es un lujo. Muchos mexicanos ganan muy poco, unos 100 pesos al día, y mi libro cuesta 220 pesos. Son dos días de trabajo, lo que vale mi libro. Entonces leer es un lujo, y me da mucha tristeza que el dinero nada más alcanza para alimentar al cuerpo y no a la mente y la creatividad.

Mi libros también se vende en Argentina, en Noruega y Corea del Sur. Ojalá y estuvieran disponible por todo el mundo.

¿Consideras que tu obra debe de enmarcarse dentro de la literatura chicana o crees que esta etiqueta hace que no llegues a públicos más amplios?

Me da orgullo que la incluyan en la literatura Chicana, pero también me gustaría ser parte de la literatura mexicana y la literatura estadounidense. Creo que los inmigrantes deben tener un lugar en la literatura estadounidense porque nuestras experiencias reflejan la experiencia estadounidense. Pero al fin de cuentas, lo que escribo son historias que reflejan la experiencia de la humanidad. Todos somos humanos, no importa el color de nuestra piel.

¿Has vuelto a México, cuál es tu relación tanto profesional como personalmente con México?

Voy a México cada año, a veces dos veces al año. Me gusta ir a visitar a mi familia—mis tíos y primos y los hijos de mis primos. Pero es peligroso. Mi estado de Guerrero es el estado más violento de México y uno de los más pobres. Siempre que vo ando con miedo de que algo vaya a pasar.

Profesionalmente he tenido la oportunidad de visitar otros lugares para presentar mi trabajo. En el 2018 fui a San Miguel de Allende, Guadalajar, y Morelia.

¿Qué ha supuesto para ti ganar el American Book Award, qué puertas te ha abierto, cuáles siguen sin abrirse?

Los premios son muy buenos para que te tomen un poco más serio como escritora. Pero yo no estoy esperando ganar premios. Si los gano los celebro, y si no, pues ni modo, yo voy a seguir trabajando y haciendo lo mejor que puedo para escribir buenos libros.

¿Qué sigue para Reyna, qué escribe ahora, cuáles son tus planes? ¿Has pensado en el mercado europeo?

Me encantaría que el mercado europeo se interese en mi trabajo. Pero no tengo mucho acceso a ese mercado. Tengo una fantasía de irme a vivir a españa. Espero que lo pueda lograr algún día. Cuando voy a Mexico y me oyen hablar español me dicen: ¿Eres estadounidense? Porque según no hablo como mexicana. Pero cuando fui a Madrid hace tres años, los españoles me preguntaron ¿Eres Mexicana? Porque allá sí me oyen el acento Mexicano. Allá en españa si me aceptan como Mexicana.

Ahorita estoy trabajando en una novela sobre la Guerra entre México y los Estados Unidos. Espero poder terminarla en uno o dos años.

Babbel Literature: la generación que ya está aquí

Desde el Enjambre Literario llegamos al portal Babbel Literature por la recomendación de una colega que nos insistía en que el proyecto en sí mismo podía interesarnos porque se trataba de la creación de redes de difusión de la literatura iberoamericana. Así que nos pusimos a investigar un poco. Babbel Literature es un portal de internet que se dedica a traducir obras escritas en español al idioma inglés con el objetivo de difundir a todo el mundo anglosajón textos literarios que rompan las fronteras, no sólo del idioma, sino del espacio geográfico.

Nos pareció una tarea titánica, así que contactamos a Elise Kratzer, una joven estudiante estadounidense que con menos de 20 años, se dio a la tarea de hacer lo que en mesas de café muchas otras personas interesadas y dedicadas a la literatura han conversado pero no han llevado a cabo. ¿Cuál era la motivación que tenía Elise para emprender algo que parece complicado y difícil de coordinar? Kratzer nos responde, con esa jovialidad e impetú que caracterizan al proyecto.

¿Cómo surgió tu interés por la literatura en español, quiénes fueron tus primeros referentes y cómo llegaste a ellos?

He estudiado español por cinco años completos y desde el principio fue mi clase favorita. Desde hace dos años leía cuentos, novelas, poemas y obras de teatro en español que mis padres, amigos y compañeros de clase no podían leer porque no estaban traducidos al inglés; pero incluso, para mí, las traducciones tampoco se podían comparar con sus versiones originales, y aunque sabía que no estaba lista para traducir, ¡necesitaba hacer algo! Quería compartir literatura en español. De ahí surgió Babbel.

¿Cómo nació el proyecto, cuál fue la planeación y cómo se ha ido desarrollando?

Durante mi último año de Literatura Española en la escuela secundaria, -en Estados Unidos-, construí una red informal de autores y profesores en español y entre todos empezamos a hacer traducciones de manera informal y después nos dimos cuenta de que necesitábamos un lugar para almacenar nuestro trabajo y entendí que internet tenía un gran potencial para ello. Entonces cree Babbel Literature.com, con el objetivo de que escritores y lectores hablantes de inglés y español tradujeran obras para un público anglosajón.

Después, en mi viaje a España durante el verano pasado, con la ayuda de muchos estudiantes universitarios, autores y profesores españoles, hice crecer el proyecto junto con grupos de autores que han ganado premios en sus países y con autores que desean dar a conocer su trabajo. Poco a poco se han generado las redes, incluso con latinoamérica; lo que ha permitido que Babbel se enriquezca. Actualmente hemos traducido 75 obras literarias y la plataforma tiene visitas de por lo menos 39 países. ¡Estoy muy sorprendida con la forma en la que ha crecido el proyecto! Hasta ahora, mi profesor de Literatura Española y la comunidad que se ha creado son un gran soporte.

¿Babbel es un equipo liderado por ti o eres tú sola haciendo todo el trabajo?

Babbel es un equipo liderado por mí. Es un sitio web de crowdsourcing wiki. Es un esfuerzo comunitario de todas las personas que quieren traducir obras.

En el caso de que se hayan acercado a ti colaboradores para traducir, ¿cómo ha sido, de dónde son, por qué han decidido donar su trabajo de traducción?

Ha sido un poco mi esfuerzo por buscar crear redes y otro poco que dicha red ha crecido muy rápido. Los autores que hemos publicado son de España, Argentina, México, Perú y otros países latinoamericanos. Decidí donar mi tiempo a Babbel Literature porque la literatura y la cultura españolas son mi pasión. Planeo dedicar mi vida a la expansión de la lengua, la literatura y la cultura españolas. Creo que el español captura y describe las ideas con mayor elocuencia y precisión que el inglés, especialmente en temas universales como la desigualdad de género, la inmigración y el amor.

¿Cuál es tu percepción sobre la industria editorial y el acceso a autores iberoamericanos desde Estados Unidos, es fácil llegar a ellos?

Creo que es difícil para los autores ibéricos y latinoamericanos en ascenso obtener seguidores en los Estados Unidos. Por ello en Babbel estamos trabajando en traducir sus obras, para que los puedan leer no sólo en Estados Unidos, sino cualquier persona que lea en inglés.

¿Consideras que por alguna razón tu proyecto sea un caso de resistencia a las nuevas políticas migratorias en USA?

Creo que mi proyecto está enfatizando la importancia de escuchar ideas de personas de diferentes orígenes. La literatura es una forma asombrosa de aprender y apreciar a cada individuo, cultura y país. La literatura es un medio único para obtener una visión de la humanidad.

¿Cuáles son los planes a futuro de Babbel y qué podemos esperar para 2019?

Actualmente, tenemos 75 obras literarias traducidas y visitantes de 39 países. En 2019, se espera que Babbel Literature crezca mucho porque ya hay muchas más obras literarias trabajándose: un drama de cien páginas de la guerra civil española, obras de un estudiante de doctorado en una universidad de los Estados Unidos, y mucho más. Nuestro objetivo es ampliar nuestro alcance haciendo que las personas conozcan la literatura de Babbel. Estamos contactando a autores populares y organizaciones literarias para respaldar nuestro proyecto y hacer correr la voz.

¿Por qué compartir literatura y por qué desde una comunidad y no como un modelo de negocio?

La literatura es parte de nuestra cultura universal, por lo tanto, debe de seguir siendo de la comunidad. Así es como se forman las ideas, mediante la colaboración literaria.

¿Cuál es tu postura respecto al copyright y a Creative Commons?

Creo que el copyright es necesario para proteger las obras de los autores y sus derechos. Pero también creo que compartir el trabajo de escritores, es una manera de compartir conocimiento, ya sea literatura, matemáticas o cualquier otro campo de estudio. Internet es una oportunidad fabulosa para difundir todo esto.

Y sobre el tema de género, ¿quiénes se te acercan más para que traduzcas su trabajo, hombres o mujeres?

En lo que respecta al tema del género, la comunidad de literatura de Babbel está llena de amantes de la literatura de todos los géneros. Elijo las piezas para publicar en Babbel Literatura según el contenido, no el género del autor. Descubrí que a menudo me siento igualmente conectado a una pieza escrita por un hombre como a una obra de una mujer.

Alicia Murillo y la autogestión

¿Cuál es tu postura respecto al copyright como escritora y por qué decidiste hacerte cargo de la distribución y edición de tus libros?

Mis libros y discos pueden copiarse y distribuirse sin ánimo de lucro y siempre que se me nombre como autora. Esto lo he hecho así porque quiero confiar en la gente y me ha dado buen resultado. Nadie ha hecho una tirada de 10.000 libros y se ha dedicado a regalarlos ni creo que vayan a hacerlo. Y aunque ocurriese sé que el tipo de gente que me compra libros va a seguir comprándomelos. Mis clientas son las típicas que te dan un billete de 20€ para pagar un libro que vale 13 y te dicen «quédate con la vuelta» o se acercan a ti y con total humildad te dicen «quiero tu libro pero no te lo puedo pagar así que te he tejido esta bufanda por si me lo quieres cambiar». Por otro lado, si quieres pasarle una copia de mi CD en mp3 a una amiga puedes hacerlo porque eso es compartir. Creo en un uso razonable de la propiedad intelectual y en la autogestión. Hasta ahora me ha ido bien porque mi proyecto es pequeño y porque no tengo interés en que crezca.

¿Y sobre el concepto de Creative Commons, le ves deficiencias y dificultades para que se utilice esta modalidad en la difusión de la literatura?

Creo que la clave para que funcione está en las dimensiones del proyecto. Si lo que quieres es recibir un precio justo por tu trabajo y crees en el decrecimiento económico, sí es posible. En cambio creo que la cosa se complica con productos destinados a ventas masivas.

¿Cuál sería tu apuesta respecto a la difusión del trabajo literario (escribir) pensando en que como trabajo profesional está precarizado pero entendiendo, -de entenderse así- que la producción de conocimiento y artística no debe de responder a la lógica del mercado?

Yo siempre he vivido de mi trabajo como cantante. Sólo ahora he parado porque las giras eran incompatible con el tipo de crianza que quiero llevar adelante. Creo que he conseguido vivir de mis actividades artísticas porque nunca he tenido fe en las instituciones privadas o públicas. Este vivir al margen, la autogestión, me ha dado siempre un espacio de creación que se autoabastecía. Eso sí, siempre ligado a vivir con lo justo y necesario.

¿Qué necesitamos? ¿Necesitamos leyes que regulen los derechos laborales de escritoras y escritores, necesitamos un cambio de paradigma respecto a cómo se concibe la literatura y su difusión?

Lo que yo necesito personalmente es que las instituciones me dejen en paz. No quiero leyes pero tampoco quiero tener que pagar impuestos que se destinarán a cocaína para políticos o armamento o que irán a parar a cuentas en Suiza. Quiero que las instituciones me dejen organizarme como yo quiera.

¿Cuál sería tu postura como escritora/editora respecto a la forma en que actualmente se vive (corporal e intelectualmente) la literatura escrita de manera independiente?

No entiendo esta pregunta, lo siento.

Alicia Murillo (Sevilla, 1975) Artista multiINdisciplinaDA, activista feminista y ama de casa. Incorrecta, divertida, agresiva, la amas o la detestas, te enamora o te irrita.

Estudió Canto lírico en el Conservatorio Rossini de Pesaro (Italia) y Magisterio en la Universidad de Huelva. En un principio puede parecer que las dos carreras no tienen nada que ver, y de hecho es cierto, por eso al final al final lo que hace son vídeos para Pikara Magazine y Youtube.

No tiene carnet de conducir por solidaridad con el gremio de taxistas. Come palmeras de chocolate para contribuir al desarrollo de la industria de la bollería. De hecho es muy bollo. Busca novia.

Isabel Zapata y la poesía en digital

¿Cuál es tu postura respecto al copyright como escritora y por qué decidiste compartir tu trabajo para que se pudiera leer/descargar en línea?

Es una postura completamente abierta: como escritora, me late que mi trabajo esté al alcance de quien quiera leerlo, meterle mano y hacerlo suyo. En parte, eso se debe a que mi proceso creativo funciona un poco así: busco el contagio en mucho de lo que leo y traduzco. Tomo un montón de cosas prestadas no sólo de escritores y escritoras que me gustan, sino de artistas de otras disciplinas y de especialistas en otros campos (ahora que estoy escribiendo sobre animales, por ejemplo, disfruto mucho leer textos científicos o históricos sobre ellos). Ese diálogo me parece enriquecedor y no me molesta para nada que a algunos textos se le noten un poco las costuras.

Eso tiene mucho que ver con porqué decidí publicar un libro de poemas digital,«Las noches son así», que se puede leer y descargar en línea gratuitamente. La editorial que lo hizo se llama Broken English y su trabajo es todo digital y de libre distribución, lo cual ha sido para mí una experiencia muy distinta a otras que había tenido como escritora y como editora. He podido ser testigo de la manera en que se mueve este tipo de material en internet y del tipo de colaboraciones a las que da pie, muy frescas y enriquecedoras. Además, en el caso de la poesía creo que esto tiene especial sentido, porque se lee en pantalla muy cómodamente y se distribuye con facilidad: el libro se ha descargado y «visitado» (se puede leer como ePub o en la página de internet) un montón de veces más de las que se hubiera vendido un libro físico.

Y sobre el concepto de Creative Commons, ¿le ves deficiencias y dificultades para que se utilice esta modalidad en la difusión de la literatura?

Pues más que deficiencias, la dificultad está en que las grandes editoriales se resisten mucho todavía. Y se entiende, de cierto modo, porque su esquema está basado en el rendimiento comercial que pueda tener un libro y el CC le da al traste a eso. Es la misma razón por la que no publican géneros que no se venden tanto: dinero, dinero, dinero.

Por eso es tan importante que existan editoriales más pequeñas que, por decirlo de algún modo, cubran esos huecos y publiquen libros que no necesariamente respondan a estas lógica pero que no por eso tienen menos valor. Al contrario, muchas de esas propuestas son justamente de lo más chingón que se está haciendo en la actualidad.

¿Cuál sería tu apuesta respecto a la difusión del trabajo literario (escribir) pensando en que como trabajo profesional está precarizado pero entendiendo, de entenderse así, que la producción de conocimiento y artística no debe de responder a la lógica del mercado?

Claro, ésa es la gran contradicción: ¿cómo le hace alguien que quiere dedicarse a escribir de tiempo completo (y compartir lo que escribe fuera de los grandes consorcios editoriales) para pagar la renta? La verdad es que no lo sé. Yo, al menos, no conozco a nadie que lo haya logrado. Todos los escritores que conozco tienen otros trabajos: son editores, traductores, correctores, trabajan en agencias de publicidad, etc.

Sinceramente no sé cuál sea la solución a eso. Me gustaría decir que la producción de conocimiento y artística no debe de responder a la lógica del mercado, como dices, pero ¿será eso posible en el corto, mediano plazo?

¿Qué necesitamos? ¿Necesitamos leyes que regulen los derechos laborales de escritoras y escritores, necesitamos un cambio de paradigma respecto a cómo se concibe la literatura y su difusión?

Lo primero suena muy bien, pero supongo que veo más factible lo segundo: un cambio de paradigma. Creo que hay maneras de avanzar hacia allá y he sido testigo de unas cuantas a partir de mi trabajo editorial. Se me ocurre por ejemplo que una de ellas es esto de la «economía del regalo» (creo que le dicen también «economía del don») era la que los bienes se intercambian al margen de la lógica del mercado, es decir, se da sin esperar algo a cambio y se recibe sin que el pago tenga que hacerse necesariamente a la misma persona. Y eso también aplica con las ideas.

Quizá el cambio de paradigma empieza justo en la construcción de una comunidad en la que la reciprocidad tome un lugar más central que el beneficio meramente económico.

¿Cuál sería tu postura como escritora/editora respecto a la forma en que actualmente se vive (corporal e intelectualmente) la literatura escrita de manera independiente?

Uf, es una pregunta que da para muchísimo. Los años que llevamos con la editorial han sido quizá los más intensivos en términos de aprendizaje de mi vida profesional, y aún así sigo teniendo muchas más preguntas que respuestas.

Para empezar, ahora tengo muy clara la importancia del trabajo colaborativo en la labor de hacer libros. Se gana mucho cuando, en ese proceso, hay diálogo entre autores, editores, diseñadores, traductores, formadores. A veces eso alenta un poco los procesos, pero se gana muchísimo.

Otra cosa que he aprendido es que resulta mucho mejor, al momento de promocionar libros, intentar hacer eventos diferentes a las presentaciones tradicionales. Es importante, creo, buscar la manera de conectar con los lectores y entrar en diálogo con ellos de una manera mucho más horizontal de lo que se hace normalmente. No hay que olvidar el poder transformador de los libros y de los temas que viajan en ellos: como editores también tenemos una responsabilidad de atender temas que son relevantes para la comunidad en las que son publicados.

Creo que la literatura independiente, por llamarla de algún modo, sigue siendo un espacio de resistencia y hay que defenderlo como tal.

Isabel Zapata (Ciudad de México, 1984) estudió Ciencia Política en el ITAM y Filosofía en la New School for Social Research. Escribe, traduce y edita. En 2015 fundó Ediciones Antílope con cuatro amigos.